Txarriboda El 23 de noviembre, de nuevo el interior del Museo recogió una importante actividad que antaño tenía lugar en gran parte de los caseríos y casas de los pueblos del País Vasco y que suponía una importante parte de la alimentación humana, pues del cerdo se aprovechaba todo, incluído el tocino. Las nuevas generaciones no entienden que el tocino y la manteca fueran durante siglos “el aceite” con que se condimentaban muchos alimentos en los hogares.

En la actualidad el despiece del cerdo, la elaboración de chorizos y morcillas “en vivo” se ha convertido en un espectáculo, para gran parte de los visitantes que llegaron al Museo. Y como siempre la degustación gratuita del tipo de productos que se elaboraban gozó de un gran éxito, entre mayores y pequeños, todo ello amenizado por la música de la trikitixa.